San Miguel de Allende, destino mágico y romántico

Con sus estrechas callejuelas empedradas, sus patios arbolados, los finísimos detalles arquitectónicos y suntuosos interiores de sus edificaciones, San Miguel de Allende es, sin lugar a dudas, la ciudad más bonita de México.
Su centro histórico está repleto de magníficos edificios perfectamente conservados que datan de los siglos XVII y XVIII. Es un sitio famoso por su clima deliciosamente templado, sus aguas termales, su arte, y su estupenda arquitectura. 

 

Esta pequeña ciudad es una elección ideal para las parejas que buscan disfrutar de un lugar tranquilo, colonial, y con un ambiente muy bohemio. Al mismo tiempo se combina con una buena cantidad de actividades que la hacen también emocionante de visitar y conocer.

Es una mezcla perfecta entre los encantos de las ciudades antiguas, con un estilo de vida más moderno.

 

Lo que la convierte en un sitio sumamente romántico y atractivo es el aire místico, magia y tradición que la rodean. Su estilo barroco nos remite a épocas clásicas, de caballeros y sus luchas por el corazón de una dama, donde el romance se respiraba a flor de piel. Durante todo el año hay celebraciones tradicionales y se disfruta de un permanente ambiente de celebración y fiesta. 

 

San Miguel de Allende se encuentra en el estado de Guanajuato, a 265 km al noreste de la Ciudad de México y 96 km de la Ciudad de Guanajuato, en las altas tierras montañosas del centro de México, a 1910 metros sobre el nivel del mar. 

 

 

El delicioso clima del que goza la ciudad esta entre los 16° y 20° durante todo el año, con ocasionales lluvias en verano. 

 

 

San Miguel de Allende es destino de descanso por excelencia, y todo está diseñado para encontrar satisfacción y comodidad. Los hoteles boutique y spas que abundan en la ciudad ponen especial atención en consentir a sus huéspedes. 

 

Todo es posible en uno de los destinos más románticos de México. Hoteles que cubren los más extravagantes antojos. Una habitación con terraza, tina de baño y jacuzzi al aire libre con una hermosa vista a la catedral de San Miguel Arcángel, es una alternativa de costo accesible. 

 

Otra opción puede ser un excepcional hotel construido al estilo de una hacienda del siglo XVIII, de excelente gusto barroco, y con todas las comodidades modernas. Al atardecer un bar de tapas, que se encuentra en la azotea, se presta para disfrutar de un margarita y la estupenda vista de la puesta del sol. 

 

Más alejado de la ciudad, un refugio a orillas del Río Laja, ofrece la perfecta fusión con la naturaleza en sus instalaciones construidas a base de adobe, palma, y piedra, con piletas de aguas termales y extraordinario servicio de spa y masaje.

 

Un grupo de mansiones coloniales restauradas con esmero, cuentan con exuberantes jardines, patios con fuentes, piscinas y salones. El spa ofrece un temazcal, baño de vapor, y antiguos tratamientos terapéuticos que utilizan ingredientes locales frescos tales como una exfoliación a base de tuna, o una máscara de barro y cactus.

 

La cocina tradicional de San Miguel se deriva de una mezcla de sabores indígenas y europeos, incorporando ingredientes de todo el altiplano mexicano, incluyendo los estados de Querétaro, Jalisco, Michoacán y San Luis Potosí. Además de la comida tradicional, también podemos gozar de la cocina internacional y gourmet en San Miguel de Allende. 

 

Se podrá disfrutar de un rico platillo de carne de venado, rollos de pollo rellenos de champiñones y espinacas y langostinos bañados en salsa de tamarindo.

Las enchiladas mineras, hechas con tortillas fritas rellenas de queso o pollo, bañadas en una salsa de chile guajillo y cubiertas con lechuga, zanahorias fritas y papas son una tentación. 

 

Los deliciosos “tumbagones”, son un postre en forma de rollito crujiente de harina de trigo, hecho de tomates verdes y cubierto con azúcar glass. Hay dos tipos de dulces tradicionales para conocer, la cajeta de Celaya, un caramelo hecho de leche de cabra, y fresas cristalizadas.

 

Entre las bebidas tradicionales del estado de Guanajuato, encontraremos agua de betabel, el colonche hecho de tuna, y la cebadina, una mezcla de agua de cebada, tamarindo y Jamaica, a la que se le agrega bicarbonato de sodio en el momento de servirla para que contenga burbujas. 

 

 

En San Miguel de Allende es cada vez es más común que los lugareños posean azoteas verdes con cultivos de verduras, vegetales y árboles frutales para consumo propio y de intercambio con vecinos, dando a esta actividad un carácter sustentable.  

 

Desde 2010, cada sábado se establece una feria Orgánica en el Parque Juárez, en el corazón de San Miguel de Allende. En una deliciosa nube de olores, colores y texturas, los productores venden sus cosechas y productos de origen orgánico, pan, quesos, chocolates, miel, conservas, tortillas, café, entre muchísimos otros.

 

En la década de 1940, con la llegada del Instituto de Bellas Artes, la pintura, el teatro y la música encontraron en San Miguel de Allende un lugar único para prosperar, crear, y atraer artistas nacionales y extranjeros, dando a la ciudad un nivel cultural de excelencia, conservando siempre un entorno pintoresco y relajado.

 

La artesanía local incluye trabajos en metal, papel maché, vidrio soplado, vitrales, cerámica y muebles. Los artistas que hacen de esta ciudad su hogar también ponen su trabajo a la venta. Al caminar por las calles de San Miguel de Allende, nos veremos tentados por sus tantas tiendas extravagantes, sofisticadas y elegantes. 

 

Un paseo por el centro de la ciudad sorprende al visitante con la explosión de arquitectura barroca y neoclásica, que rodea su catedral gótica, además de una espléndida ubicación para actividades culturales, conciertos, espectáculos que se llevan a cabo durante todo el año.

 

Por la noche, San Miguel de Allende cobra vida de una manera única y moderna, con una enorme variedad de restaurantes y bares de altísima calidad, y un constante flujo de músicos de diversas partes del mundo. 

 

 

San Miguel de Allende es un destino para hacer compras, y las mejores ofertas están en el mercado de artesanías de San Miguel de Allende. Este mercado ocupa tres manzanas de la ciudad y está lleno de puestos que venden productos regionales. Se debe regatear, ya que es parte de la negociación.

 

 

Caminando es sin lugar a dudas la mejor manera de explorar San Miguel de Allende. Sus tiendas, restaurantes, la mayoría de sitios de interés y hoteles se encuentran ubicados en el centro histórico.

Se recomienda especialmente llevar calzado muy cómodo ya que las calles son empedradas, y la idea es disfrutar de increíbles caminatas por la ciudad.

 

Se puede tomar el tranvía que sale desde la oficina de turismo, en el lado norte del Jardín Principal. Después de un recorrido por los principales puntos de interés, se llega al Mirador, un parador desde donde se disfrutará de una espectacular vista panorámica de la ciudad. Un automóvil puede ser útil para llevar a cabo excursiones a ciudades cercanas como Dolores Hidalgo o Querétaro.

 

Jardín Principal, es el nombre perfecto y más adecuado para llamar a su plaza principal. Esta llena de árboles de laurel, cuidadosamente podados. Una gran cantidad de bancas invitan a sentarnos y ver pasar a la gente. Un gazebo en el centro del Jardín ofrece un espacio para llevar a cabo presentaciones musicales. Al este y al oeste hay edificaciones con altísimos arcos, donde se encuentran los cafés y restaurantes.

 

Museo Histórico Casa Allende, se encuentra en la casa de Ignacio Allende, héroe de la guerra de independencia de México. La mansión de estilo barroco colonial data de principios del siglo XVIII, alberga el Museo de Historia de San Miguel de Allende,  narra el pasado de la zona, desde tiempos prehistóricos hasta la Independencia de México, y la vida de Ignacio Allende. Varias salas están decoradas con el estilo de la época, para admirar cómo se veían antaño.

 

La Parroquia de San Miguel Arcángel, por su singular belleza, de estilo gótico y barroco, es una de las actividades obligadas en esta ciudad. Se encuentra en el lado sur del Jardín Principal.

Esta iglesia de muchas torres es el símbolo de San Miguel de Allende. Su fachada Neogótica color palo de rosa es única en México.

La iglesia fue construida en el siglo XVII, y su distintiva fachada fue añadida a finales del siglo XIX. Ceferino Gutiérrez, albañil indígena y arquitecto autodidacta estuvo a cargo de la actualización de la fachada. Sorprende la genial disposición de arcos ojivales, columnas y nichos con espectaculares esculturas estilizadas. 

 

El Charco del Ingenio, esta reserva natural de 300 acres alberga un cañón, un embalse, un jardín botánico y los vestigios de un sistema para el abastecimiento de agua que data de la época colonial. Dos veces a la semana, por las mañanas, se ofrecen caminatas guiadas.. Aquí se celebran regularmente eventos culturales y educativos, incluyendo una ceremonia nocturna cada mes, con la luna llena y un temazcal, un ritual que comprende un baño tradicional de vapor con hierbas.

 

Existen diversas opciones para desbordar adrenalina por los semidesérticos caminos de Guanajuato y sus alrededores. 

 

 

En San Miguel de Allende puedes vivir la experiencia de un verdadero vaquero, una verdadera cabalgata por cañadas, laderas, lagos, y ríos. Muy cerca de la zona arqueológica de Cañada de la Virgen, se encuentran los escarpados caminos de Coyote Canyon, Cañón de los Coyotes.  

El guía dará un curso básico con el cual, no sólo se podrá montar, sino hasta cabalgar si se desea. En los tramos llanos el guía da la señal y los caballos salen disparados por el camino.

Cruzar riachuelos sobre el animal, dejarlo beber por ratos, y terminar el recorrido por las calles empedradas de San Miguel de Allende al anochecer, con la vista de la parroquia de San Miguel Arcángel completamente iluminada y sus tonos cobrizos, será un recuerdo difícil de borrar. 

 

 

Desde las partes altas de Coyote Canyon la vista es envidiable. A lo lejos se puede ver La Presa Allende, el centro de la ciudad y la vasta vegetación. Difícil resistir la tentación de hacer rappel a más de 35 metros de altura. Por momentos solo se escucha el bombeo del corazón y las instrucciones de los guías mientras se desciende por la empinada peña, una experiencia que no se puede perder.

 

 

Tomar velocidad a bordo de una cuatriciclo, al saltar por el irregular terreno de terracería semidesértica guanajuatense. El paseo incluye todo el equipo necesario para que ningún percance acabe con la diversión. Los guías, contarán un poco sobre la historia arqueológica del lugar. Los recorridos incluyen agua y alimentos preparados con ingredientes naturales producidos en los numerosos ranchos de la localidad.

 

San Miguel de Allende es un pueblo lleno de magia y misticismo, con tradiciones muy antiguas. 

 

Marzo - Abril, Semana Santa, inicia con la tradicional traída del "Señor de la Columna" desde el Santuario de Atotonilco. Durante el último viernes de cuaresma, en toda la ciudad se levantan altares a la Virgen de los Dolores, en las ventanas y patios de las casas de los fieles, y se regala agua fresca y paletas de hielo que representan las lágrimas de la Virgen María.

 

Marzo, los espacios históricos y culturales de la ciudad se llenan con el sonido de música clásica durante el Festival de la Música Barroca. Grupos y solistas de renombre internacional ofrecen conciertos en diversos lugares elegidos por su belleza y la calidad de su acústica. 

 

Junio, 13 de junio, día de San Antonio de Padua. La fiesta de los locos, personas vestidas con trajes extravagantes bailan y desfilan por las calles, arrojando caramelos a los espectadores. Carros alegóricos y música viva alegran el ambiente festivo. 

 

Festival Internacional de Jazz, última semana de noviembre, dedicada a presentaciones de bandas y solistas nacionales e internacionales de Jazz.