Boda Andina

Para el pueblo andino una mujer o un hombre solo es una persona incompleta; el matrimonio es el complemento perfecto, lo que completa al ser.
 
El Sawary Raymi, matrimonio indígena, es un conjunto de complejos y fascinantes rituales que exaltan las creencias andinas, que sobrevive al tiempo y la memoria.
Foto de Jeison Higuita en Unsplash
Es una de las fiestas familiares más importantes y la más larga, pudiéndose extender hasta por una semana. 
 
En las comunidades rurales se mantiene todavía esta tradición, mientras que en las ciudades se va perdiendo poco a poco.

Estas expresiones culturales, mantienen viva la cultura kichwa y es necesario transmitirlas a las siguientes generaciones.
 
La celebración de una boda indígena abunda en simbolismos que incluyen de manera muy intensa el respeto a los mayores, la solidaridad entre los miembros de la comunidad, y sobre todo el respeto a la naturaleza. 

Preparativos

 
800 a 1000 invitados, 5 chanchos, 100 gallinas, 8 quintales de papas, 4 quintales de mote y otros granos; así es como se viven los preparativos de  una boda andina. 
 
Semanas antes de la ceremonia comienzan los preparativos, desde el aprovisionamiento de leña para cocinar, a la elaboración de todos los platillos. Las carnes se adoban con achiote, anís, pimienta, canela, comino, sal, y chicha de jora, para luego asarlas durante más de ocho horas. 
 
Para beber no podrán faltar las tradicionales puntas, aguardiente, y chicha de jora, bebida fermentada hecha a base de maíz. Se come y bebe en grandes cantidades y se danza todo el tiempo.
 

Pueblo solidario


La solidaridad de familiares y amigos que prestan sus manos para preparar el festín, es lo que hace posible estas celebraciones, que pueden extenderse por muchos días en sus festejos.
Foto de Persnickety Prints en Unsplash

La Boda

 
El primer día del matrimonio se celebra en la casa del novio; el segundo en casa de la novia y el tercer día la fiesta está a cargo de los padrinos.
 

Maki Mañay, Pedido de mano


El ambiente es de alegría. Un grupo de músicos entonan sus guitarras y quenas, y marcan el inicio del Maki Mañay, o pedido de mano. Es uno de los rituales que hasta ahora permanecen en los sawarykuna, matrimonios kichwas
 
El novio va a la casa de la novia junto a sus padres y padrinos; llegan con canastas de comida, cuyes, gallinas, granos, frutas, licor, y hablan de distintos temas; más tarde se ofrece una o dos botellas de licor. 
 
En la noche del Maki Mañay se fija la fecha de la boda y luego se brinda con panes, plátanos huevos y mucho licor, durando el festejo, todo el día.
 

La prenda


El novio entrega al padre de la novia, la prenda que él mismo quitó a la chica.

Es tradición que el novio quite el sombrero a una muchacha, simbolizando que quiere casarse con ella, si ella no exige que le devuelva la prenda, significa que está de acuerdo y acepta.
Foto de Adrian Dascal en Unsplash

Padrinos


Los padrinos son escogidos por ambas familias. Requiere de mucha responsabilidad y dedicación, por esa razón ellos solicitan la ayuda a familiares y conocidos a los que designan distintos cargos a asumir durante los días de fiesta.
 
Se designa un alcalde, encargado de que todo en la fiesta salga correctamente. Hay además dos parejas encargadas de recibir los regalos por parte de los invitados y de servir la comida, taita servicios y su esposa, mama servicios. Los estanqueros por su parte se encargarán de repartir las bebidas, aguardiente y chicha de jora.
 

Vestido


Los bordados en vestidos, blusas y pañuelos, representa la riqueza de la cultura andina, y es un trabajo muy elaborado que puede llevar entre 3 y 4 meses de elaboración.

El vestido de novia incluye alpargatas, anaku o falda negro y blanco, camisa bordada, fajas, collares, cintas, pañuelo grande, y sombrero. 
 

Ceremonia


El templo ideal para estas bodas es la plena naturaleza, y lugares sagrados para la cultura andina como es la Laguna del Mojanda, que representa vida, armonía y paz, en unión con la madre naturaleza. Se invoca los 4 elementos, pidiendo permiso al sitio sagrado, al viento, a la madre tierra, y al fuego.
 
El maestro de ceremonia, es generalmente mayor y muy respetado en la comunidad. Les aconseja a los nuevos esposos, en una entonación que se vuelve casi una declaración poética. Terminada la ceremonia, todos se dirigen a la casa del novio, para celebrar hasta el amanecer.
 

Fiesta


A la fiesta llegan familias enteras con cervezas, gallinas vivas y cubetas de huevos como regalos.

Los hombres visten de blanco entero, y encima el poncho azul y sombrero de paño, mientras que las mujeres lucen faldas y blusas bordadas y tejidas. 
Foto de DAVIS VARGAS en Unsplash

Ñawi Mayllay, lavado de cara


El arpero acompaña a los padrinos durante toda la fiesta, y con su música se realiza el ritual más importante de la celebración, el Ñawi Mayllay, o lavado de cara.
 
Al tercer día de celebración y para sellar el matrimonio se realiza este ritual de limpieza y purificación del espíritu, para seguir adelante en armonia positiva. Es un ritual que incluye agua y flores. 
 
Consiste en lavar con agua y luego con pétalos de flores las manos, los pies y la cara de los novios, los padres, padrinos y demás familiares que quieran hacerlo. El agua es vida y las flores simboliza a la mujer, que debe cuidarse para toda la vida, como a la flor.
 
Luego del ritual se festeja con los novios, y todos se dirigen a la casa de la novia, donde al igual que el día anterior, se come y bebe en grandes cantidades, y se baila hasta el amanecer.
 

Yayakunapa Punlla, Día de los padrinos


El día de los padrinos es de suma importancia en el Sawari Raymi. Hay familias que realizan el día de los taitas servicios también, y generalmente siguen los mismos pasos, con comida, bebida, baile y cantos. 
 
La fiesta de Yayakunapa Punlla se lleva a cabo en casa de los padrinos. Se entregan los obsequios a los recién casados, y se les viste de pies a cabeza.

Se recuerda además a los recién casados el mandato indígena de no robar, no mentir, y no ser ocioso. 
 
Luego de los consejos, familiares y amigos felicitan a los novios y la fiesta continúa hasta el amanecer. Al ritmo de quenas, flautas, violines y guitarras, los músicos acompañarán a los novios e invitados mientras la comida y la chicha duren.